Aun me invada el resentimiento...lo siento tan parte de mi que es imposible olvidar. Pero no me refiero a tu recuerdo, me refiero a todo lo aprendido.
Las circunstancias indefinidas ya terminaron, mi yo se define con madurez después de todo lo ocurrido.
Me gustaría perdonarte pero temo caer en el engaño que trama la soledad. Mi soledad. El hecho de que olvide y reinvente todo implica hacerle daño a todas las memorias que obtuve de ti y de tus actos.
El hecho de haber perdido algo más valioso que toda la problemática en la que nos envolvimos me desvelaba, ya no. Es tiempo de no lamentarse y mirar al frente con las ganas de vivir que nadie tiene. Es tiempo de avanzar, de progresar, de crecer, ser y sentir. También es tiempo de enterrar y de incinerar todo aquello que no sirva.
Por ahora he de guardar este dolor, este dolor profundo que asfixia, que agobia con el único interés de alejarte por siempre.