Me gustan esos juegos de hipócritas,
Son el mayor ejemplo de una sociedad banal.
Materialista.
Perspicacia que deleita en verdad.
Fruto del dichoso sentido común,
Utopía que muchos aseguran que aplican
Y conocen (ni ellos mismos en sus más burdos
y volátiles intentos de sueño se lo creen).
Qué bonito es ese teatro vacío que repica
en la ventana del frente!