me gusta cada vez más.
No. No me sueltes todavía, de todas formas disfruto
el encierro al cual me atengo entre tus brazos cuando
veo tus ojos.
Shhhh. No te niego uno de esos jamás, ni en las
situaciones más extremas, con los baratos que son
amor mío, deberías pedirlos más a menudo.
Esta proposición existencial gusta de tomar fuerza en
la razón, cual buena amiga al fin dota a los dos
integrantes de la misma, de su más fino y exclusivo
elixir, para endulzar el día a día, de esta relación con
vistas al desarrollo en común e íntegro.
Lo menos que puedo hacer es agradecerle a Dios tu
existir. Y lo más que deseo hacer, es contribuir al
desarrollo y refinamiento de este sentimiento
recíproco que apenas merece ser citado como un
principiante con todas las de ganar por encima de
mucho.
Continúa...que yo corroboro.
LGPH 10:56p.m. 30/03/08
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